Por Tubal Páez Hernández
Fotos: Tony Hernández Mena y Joaquín Hernández Mena
La
Plaza de la Revolución, los trabajadores en su Día Internacional y el pueblo
hacen un conjunto simbólico cada año, cuando, al igual que en todo el país, los
habaneros salen en masa a la calle a enarbolar sus banderas y consignas, a
entonar sus canciones y hasta bailar sus ritmos.
Como siempre, sin excepción, esa fiesta los mueve a
recordar al mundo que esa alegría, ese disfrutar de la dignidad de ser una
nación independiente, tienen el precio de de la amenaza, la hostilidad y la
agresión permanentes.
Nunca a Cuba, y en especial a sus trabajadores, el
imperialismo les perdonará el pecado de la soberanía real, el haber optado por
un sistema social donde el ser humano es el centro, y no la explotación y la discriminación.
Pero este año la población acudió a la cita para ratificar con su presencia el
rechazo a la pretensión del Gobierno de
los Estados Unidos de recrudecer el cerco a Cuba, sustentado en una Ley que nos
ignora como país soberano y aspira a convertirnos en un protectorado yanki.
En el fervor patriótico de la celebración del Primero de
Mayo en Cuba, no podía faltar el hecho de ser el primer desfile bajo la nueva
Constitución que ese elaboró con una amplia participación de la ciudadanía, aprobada
por sus representantes en la Asamblea Nacional y ratificada después en
referendo popular.
El principio internacionalista de la nueva carta magna,
inspirado en la amistad fraternal, la ayuda, la cooperación y la solidaridad de
los pueblos del mundo, especialmente en los de América Latina y el Caribe, se
expresó este día en la solidaridad con el gobierno bolivariano de Venezuela, que
defiende la dignidad nacional frente a las amenazas y las agresiones del
imperialismo y sus aliados.
Encabezados por Ana María Mari Machado, vicepresidenta
del legislativo cubano y otros diputados y diputadas, los afiliados de las
secciones sindicales organizadas en las Oficinas Auxiliares de nuestro
parlamento, marcharon combativamente junto a los residentes del municipio de La
Habana Vieja.
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