Juan Carlos Camaño, presidente
de esa organización regional, dialogó con Cubaperiodistas
Lilibet Enriquez Infante
Foto:
Yoandry Avila
La Federación Latinoamericana de
Periodistas (Felap), fundada el 7 de junio de 1976, es una organización
que representa a asociaciones, federaciones, uniones, círculos, colegios y
sindicatos de periodistas de América Latina y el Caribe, ligadas al
estudio y la práctica de la comunicación y el periodismo.
Juan Carlos Camaño, su presidente,
comentó a Cubaperiodistas que la Federación surgió en una época donde
muchos periodistas fueron asesinados y desaparecidos por los gobiernos
militares de los años 70 y después resistió el neoliberalismo a ultranza
en la década de 1990.
“Hoy vivimos en un momento de gran
presión, lo que implica mayor resistencia por parte nuestra, para combatir
desde una perspectiva ideológica, política, humanista y social”.
La derecha mantiene una posición contra
todos los gobiernos progresistas de la región, buscando restablecer un
orden a tono con el neoliberalismo. Si bien hay una insistencia mayor,
subrayada, acerca de cómo atacar sostenidamente a Venezuela y Ecuador,
también lo hay en el caso de Bolivia, Argentina, Chile y otros gobiernos
de la región, expuso.
“Hay una decisión de Estados Unidos,
concretamente, de retomar algún tipo de predominio después de más de una
década en que se ha logrado, afortunadamente, entender un principio básico
de las líneas históricas de Martí y Bolívar: la unidad
latinoamericana”.
Camaño explicó que en el campo de la
comunicación y del periodismo también existe esa puja. “No podemos ser
ingenuos, pretendiendo que los periodistas somos una corporación unívoca,
inequívoca, unida. Estos procesos que tienen que ver con la liberación de
nuestros pueblos, la defensa de la soberanía y la integración
latinoamericana también conllevan una atención muy alta en nuestros medios
de comunicación. Tenemos a periodistas de un lado y del otro”.
Camaño efectúa una visita no oficial a
Cuba. Hace tres años estuvo en nuestro país, y ahora viene a actualizarse
sobre la situación económica y social y, en particular, los desafíos que
enfrentan el periodismo y los periodistas cubanos en un nuevo escenario
tras los acuerdos del 17 de diciembre del pasado año entre Cuba y Estados
Unidos.
El filosofo mexicano Fernando Buen Abad,
en una entrevista al
diario argentino Contexto, hacía referencia a la puesta en marcha un Plan
Cóndor Comunicacional en América Latina, donde los medios de comunicación
son armas de guerra ideológica.
“La modificación del tablero provocada
por una serie de gobiernos que se han hecho cargo de una política más
progresista ha determinado también una disputa alrededor de quién
comunica, para qué comunica y cómo comunica. El enemigo tiene que
recomponer sus líneas porque en ese plano ha perdido espacio. Puede ser un
Plan Cóndor comunicacional, pero ellos no dejan de actuar nunca. Por eso
el combate implica, entre otras cosas, asesinatos de periodistas
comprometidos con un cambio profundo y radical de la sociedad. Cuando no
es el asesinato es la persecución política, la persecución gremial, la
descalificación social”, sentenció Camaño.
La Felap, y todos los que están
nucleados, tienen un compromiso con la verdad y la democracia informativa,
en tanto exista una democracia económica que permita una distribución más
equitativa de la riqueza, una propiedad diferente con respecto a los
medios de comunicación y una verdadera libertad de prensa y no de empresa,
afirmó.
NI AJENOS, NI CALLADOS, NI
NEUTRALES
Cuando la Felap cumplió su 30
aniversario primó una consigna: Ni ajenos, ni callados, ni neutrales. Hay
quienes insisten con la objetividad y el apoliticismo, a la hora de hacer
su labor periodística, pero “no existe el hombre apolítico. Puede tener
distintas manifestaciones de sus compromisos, pero todo quehacer en la
vida es política”.
El independiente y objetivo no existe.
Todos somos personas subjetivas con una línea de pensamiento en el campo
ideológico y político. “Suscribimos un proyecto de país si queremos
cambiar una realidad que entendemos injusta, nos abrazamos a una política
determinada”.
Camaño agregó que, en el entendimiento
de que ningún país, periodista ni organización se salva por sí mismo, la
Felap brega por la unidad de concepto, en la acción y organizativa. Es la
suma de sus organizaciones por países y no puede sustituir a ninguna de
ellas, sino acompañarlas en su lucha.
En ese plano interactúa con otros
actores sociales, académicos y con la clase trabajadora en general,
participa en seminarios, encuentros, debates con los jóvenes y recorre los
distintos países, partiendo del principio que dio origen a la propia
organización: luchar desde el periodismo por la soberanía de nuestros
pueblos y la integración regional.
La Felap, contribuyendo desde su cuota
posible, está donde están los problemas de América Latina y el Caribe.
“Esa es nuestra línea de principios, acoplada a los nuevos tiempos y al
avance las tecnologías, que debemos usar en beneficio de la sociedad”.
La organización tiene un compromiso con
la vida de las grandes mayorías, que determina un tipo de ética
profesional, “al servicio de la integración de los pueblos, de su
soberanía y de la justicia social”, concluyó.
Cubaperiodistas.cu
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