Por Angel Aguilera Castillo
Fotos: Tony Hernández Mena
Amanece el 2 de septiembre, y se
observan llegar camiones cargados con frutas, vegetales, hortalizas, productos
de la mini industria; a los alrededores del Parque San Juan de Dios, en el
municipio La Habana Vieja. Una feria estaba por llegar, acción coordinada por
el Ministerio de Comercio Interior y el Consejo Popular Catedral, como parte de
la atención que desarrollan los organismos de la Administración Central del
Estado a los 62 barrios priorizados, que debido a su vulnerabilidad, están
recibiendo una atención diferenciada.
La variedad, la calidad, y los
precios asequibles de los productos, del Proyecto Placeres del Campo, radicado
en la finca Las Piedras en el municipio Guanabacoa, convirtieron el día en una
fiesta comunitaria; donde los Delegados del propio Consejo, acompañaron a sus
electores, y organizaron las acciones de Control Popular, para que los niveles
de satisfacción se mantuvieran en lo deseado por los organizadores de la feria.
"A mi Comunidad, ponle corazón",
fue la consigna que acompañó el día, donde el corazón no sólo estuvo en la
feria desarrollada, también llegó el agua fría, el café, el almuerzo elaborado
por una vecina de la cuadra, y sobre todo, en la disciplina de la población, mostrada
en el cuidado de las medidas higiénicas para prevenir el contagio de la COVID
19.
Ferias como éstas, que permiten llevar a la familia cubana
un plato con calidad, no debe esperar tanto tiempo de efectuarse en una venta
agropecuaria, como la de hoy. Eso sí, quien asume tal responsabilidad debe
armarse de tenacidad, empuje, sensibilidad, paciencia, y suficientes brios para
superar obstáculos, y enfrentar adversidades, a sabiendas de que, como
recompensa mayor, tendrá solo una: el reconocimiento popular.