La torre Dharahara antes del terremoto, a la izquierda, y, a la derecha, después.
Un poderoso terremoto sacudió Nepal
el sábado cerca de la capital, Katmandú, tras el que han muerto más de
2.000 personas y devastado secciones del centro histórico de la ciudad.
Entre los muertos hay decenas de turistas que estaban en una torre de
vigilancia de 200 metros que se vino abajo.
Funcionarios en Nepal indican que el número preliminar de
muertes es de 1360, casi todos ellos en Katmandú y el valle circundante,
y que 4.279 personas resultaron heridas.
Pero el terremoto sacudió además una vasta extensión del
subcontinente. Se desencadenaron aludes alrededor del Everest, donde
murieron al menos 10 escaladores. Otras 34 muertes se produjeron en el
norte de la India. Los edificios se balanceaban en el Tíbet y
Bangladesh.
El terremoto, con una magnitud de 7.8, golpeó poco antes del
mediodía, y los residentes de Katmandú corrieron a las calles y otros
espacios abiertos cuando los edificios cayeron, levantando nubes de
polvo. Anchas grietas se han abierto en las calles pavimentadas y en las
paredes de los edificios de la ciudad. Las motocicletas volcadas se
deslizaron por los bordes de las carreteras.
A media tarde, el Servicio Geológico de Estados Unidos había contado
12 réplicas, una de las cuales alcanzó los 6,6 grados en la escala de
Ritcher.
Los sismólogos habían pronosticado un gran terremoto en el oeste de
Nepal, donde hay una presión acumulada por la interacción entre las
placas tectónicas, en particular el empuje de la placa de Eurasia y la
placa de la India, al norte. Aún así, los testigos describieron un
esfuerzo caótico de rescate durante las primeras horas después del
terremoto, cuando trabajadores de emergencia y voluntarios agarraron las
herramientas y máquinas excavadoras de las obras de construcción, y
cavaron como pudieron con sierras para metales y barras.
Aunque muchos se han preocupado por la estabilidad de los edificios
altos de hormigón que han sido erigidos apresuradamente en Katmandú, el
más terrible daño del sábado fue en la parte más antigua de la ciudad,
que está repleta de templos y palacios de madera y de ladrillo sin
argamasa.
Cuatro de los siete sitios del Patrimonio Mundial de la Unesco de la
zona fueron severamente dañados en el terremoto: la plaza Bhaktapur
Durbar, un complejo construido en forma de una concha de caracol; la
plaza Patan Durbar, que data del siglo III; la plaza Basantapur Durbar,
que fue la residencia de la familia real de Nepal hasta el siglo 19; y
el Boudhanath Stupa, uno de los monumentos budistas más antiguos de la
cordillera del Himalaya.
Un tesoro cultural devastado
El
viejo Palacio Real de Katmandú quedó totalmente destruido, luego del
sismo. Esta estructura pertenecía a una de las joyas arquitectónicas del
país.
Por Josep Lluis Alay
Nepal es, sin duda, un país más conocido por su riqueza natural que
por su patrimonio cultural. La cordillera del Himalaya surcada por sus
imponentes picos, algunos de ellos los más elevados del planeta como el
monte Everest, ha dejado en segundo término uno de los tesoros
culturales más importantes de Asia y de la humanidad: el valle de
Katmandú. El catastrófico seísmo que ha devastado la región revela de
forma trágica, sin embargo, su extraordinario valor cultural.
La Unesco ha reconocido siete grupos monumentales como Patrimonio de
la Humanidad en el valle de la capital nepalí. Parece ser que todos se
habrían visto afectados en mayor o menor grado por el terremoto de 7.8
en la escala de Richter que ha azotado la zona. Desde un punto de vista
espiritual, el valle es el resultado de la fusión del hinduismo y el
budismo que al parecer encontraron su punto de perfecta fusión en las
elevadas prácticas espirituales del tantrismo, común a ambas tradiciones
religiosas. Katmandú también es el resultado de la combinación de
culturas y lenguas de origen tibeto-birmano, como la newar y la
tibetana, e indoeuropeo, como las de origen indio y nepalí.
Entre los monumentos catalogados por la Unesco, se encuentran en
primer lugar los llamados complejos urbanos palaciegos, también
conocidos como las plazas Durbar. Se trata de un conjunto de edificios
religiosos y civiles que constituyen la representación artística más
elevada de la cultura newar, autóctona de Katmandú. Estos complejos
arquitectónicos que constituyen todavía los centros históricos de las
ciudades de Katmandú, Patan y Bhadakpur, están formados por los propios
palacios reales así como un sinfín de templos hindúes y budistas,
grandes fuentes y estatuas. Los edificios de ladrillos y madera, algunos
en forma de pagodas, de la plaza Durbar de Katmandú, conocida como
Hanuman Dhoka, fueron construidos por la dinastía de los Malla entre los
siglos XII y XVIII, entre ellos destacan los templos de Taleju y
Jaganath y la estatua del rey Pratap Malla, la gran campana y el gran
tambor.
En este escenario, sobresale la famosa y misteriosa inscripción del
siglo XVII, dedicada a la diosa Kalika y escrita en 15 lenguas
distintas, que se encuentra en uno de los muros del palacio real y sobre
la que hay múltiples leyendas motivadas por la dificultad para
interpretar correctamente la inscripción. La más famosa cuenta que
contiene instrucciones para descubrir el tesoro perdido del rey Pratap
Malla, que se encontraría en el subsuelo de la plaza Durbar. Destacan
también los maravillosos ventanales de madera, tallados por los artistas
newar con imágenes budistas e hindúes de divinidades como Shiva, Vishnú
y Garuda. Algunas muestras del arte newar, incluido un gigantesco
ventanal tallado en negro, pueden contemplarse en el Museo de Culturas
del Mundo recientemente inaugurado en Barcelona.
El segundo gran grupo monumental del valle de Katmandú lo constituyen
los templos hindúes de Pashupatinath y Changu Narayan. El de
Pashupatinath, dedicado a Shiva, se encuentra apenas a cinco kilómetros
de Katmandú, a orillas del río Bagmat, y está considerado como el más
sagrado de Nepal y uno de los más importantes para los devotos hindúes
seguidores del shivaísmo en todo el planeta. Por su parte, el templo de
Changu Narayan, una joya arquitectónica del siglo IV, con sus techos
inclinados, tan característicos de las pagodas de la arquitectura
nepalí, contiene una imagen tallada en la piedra de extraordinario valor
formada por Vishnú y su consorte, Laxmi, ambas deidades montadas sobre
el águila mitológica conocida como Garuda. Desgraciadamente, Changu
Narayan habría resultado muy afectado también por el temblor de tierra.
Finalmente, cabe destacar los dos grandes monumentos budistas del
valle: los gigantescos estupas (en sánscrito) de Swayambu y Bouddhanath.
Unos penetrantes ojos azules presiden el estupa esférico de
Bouddhanath, cuya altitud alcanza los 36 metros. Se trata de uno de los
monumentos más sagrados para los fieles budistas y, muy especialmente,
para los tibetanos que lo circunvalan durante siglos. En la actualidad,
la comunidad tibetana exiliada en Katmandú reside en esta zona del valle
y ha construido más de una cincuentena de templos y monasterios
alrededor del imponente estupa. Por otro lado, Bouddhanath se ha
convertido también en el monumento más visitado por los turistas
extranjeros en Nepal.
Katmandú ha sufrido a lo largo de la historia varios terremotos de
efectos devastadores sobre su patrimonio, el último de ellos un 15 de
enero de 1934. Desgraciadamente, los efectos del seísmo que ha vivido
Katmandú sobre su conjunto monumental y artístico del valle son de
dimensiones catastróficas y probablemente irreparables para el conjunto
de la memoria histórica y artística de Nepal y de la humanidad entera.
Los nepalíes mañana tratarán de hallar consuelo para convivir con esta
tragedia humana y material en sus íntimas creencias hindús y budistas
sobre lo efímero de la existencia.
Josep Lluis Alay es director de Patrimonio, Museos y Archivos del
Ayuntamiento de Barcelona y profesor de Historia de Asia de la
Universidad de Barcelona
Propuestas de ayuda del extranjero
El terremoto cortó vías de acceso a la capital y causó daños en el
aeropuerto internacional de Katmandú, que tuvo que cerrar “por motivos
de seguridad”, según su director, Birendra Prasad Shrestha.
Las agencias humanitarias en el terreno tenían dificultades para
evaluar la magnitud de los daños materiales y de las necesidades de la
población.
“Tratamos de evaluar la magnitud de la catástrofe”, confiaba a la AFP un responsable de la ONG Médicos del Mundo.
Las comunicaciones, la electricidad y el agua corriente han quedado
cortadas, indicó la ONG Oxfam, que “se prepara a llevar agua potable y
artículos de primera necesidad”, según la directora de su oficina en
Nepal, Cecilia Keizer.
Por otra parte, responsables locales señalaron que una avalancha causada por el terremoto dejó 10 muertos,
“incluidos alpinistas extranjeros”,
en el campo base del Everest, donde cientos de montañistas se habían
reunido ante el comienzo de la temporada anual de escalada.
“El alud del Monte Pumori alcanzó el campo base y sepultó una parte”,
indicó a la AFP Gyanendra Kumar Shrestha, del ministerio nepalí de
Turismo.
India y Bangladesh
Según el Instituto americano de geofísica (USGS), el sismo, de
magnitud 7,8 en la escala de Richter, se produjo a 80 kilómetros en el
noroeste de Katmandú.
El terremoto
duró entre 30 segundos y dos minutos y
se sintió en varias zonas del norte de India, confirmó Laxman Singh
Rathore, director general del Departamento Meteorológico de India, que
aseguró que se produjo una réplica de magnitud de 6,6, 20 minutos
después del primer sismo.
Fuera de Nepal, al menos 26 personas murieron en India, sobre todo en el Estado oriental de Bihar.
Según la agencia de noticias china Xinhua, dos personas, entre ellas
una mujer de 83 años, murieron en Tíbet como consecuencia del terremoto.
El sismo también se sintió en varias regiones de Bangladesh,
provocando escenas de pánico en la capital Dacca, donde los habitantes
salieron corriendo a las calles.
En una fábrica textil de Savar, en las afueras de Dacca, al menos
50 trabajadores resultaron heridos en una estampida provocada por el terremoto.
(Tomado de The New York Times, El País y agencias)
Terremoto en Nepal. Foto: The New York Times.
Terremoto en Nepal. Foto: The New York Times.
Terremoto en Nepal. Foto: The New York Times.
Terremoto en Nepal. Foto: The New York Times.
Terremoto en Nepal. Foto: The New York Times.
Foto: NARENDRA SHRESTHA/ EFE
Foto: AP
Voluntarios ayudan a los damnificados. Foto: AP
Foto: EFE