Cuba

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Si desecha en menudos pedazos llega a ser mi bandera algún día... ¡nuestros muertos alzando los brazos la sabrán defender todavia!...

lunes, 7 de julio de 2014

Carlos Aznárez: “Huir de la imparcialidad que plantea el sistema”



Carlos Aznárez: “Huir de la imparcialidad que plantea el sistema”
Por Leandro Albani.
Marcha dialogó con Carlos Aznárez, símbolo de quienes eligen fusionar el periodismo y la militancia. Sus inicios junto a Walsh, su extensa trayectoria cubriendo conflictos por todo el mundo y la actualidad mediática en la región.
Periodista que cruzó (y todavía cruza) las fronteras que sean necesarias para obtener información, Carlos Aznárez conjuga el oficio de la prensa y una militancia política de larga trayectoria. Militante de la organización político-militar Montoneros en la década del ´70, tuvo el privilegio de compartir el mismo puesto de combate con Rodolfo Walsh y un grupo de militantes que le dieron forma a la célebre Ancla, la agencia de noticias clandestina que durante el primer año de la dictadura militar (1976-1983) denunció el terrorismo de Estado en Argentina.
Periodista de patear calles y zonas en conflicto, Aznárez transitó la redacción de los diarios argentinos Noticias, La Razón, Página/12 y Sur, y de las revistas Crisis y Fin de Siglo. También es autor de los libros Tupamaros, Lorenzo Miguel. El padrino de la mafia sindical, 500 años después: ¿descubrimiento o genocidio?, Los sueños de Bolívar en la Venezuela de hoy y Rebeldes sin tierra: historia del MST de Brasil. Además, hace más de veinte años dirige Resumen Latinoamericano (www.resumenlatinoamericano.org), colectivo que publica un periódico en Argentina, Cuba, Uruguay, Venezuela y Europa, y semanalmente produce un programa de radio y otro de televisión.
En esta entrevista con Marcha, Aznárez habló sobre el rol del periodista especializado en temas internacionales, pero además demanda que los trabajadores de la prensa tengan un compromiso para el cambio social en el continente. A su vez, analiza el funcionamiento de los grandes medios de comunicación y sus implicancias en la realidad cotidiana.
-En el actual siglo veintiuno globalizado y conflictivo, ¿qué rol cumple un periodista que trata temas internacionales?
-Un periodista que se tome en serio los temas internacionales tiene mucho hilo para cortar en la actual coyuntura. Cada vez más los localismos, incluso los regionalismos, están siendo superados por enfoques macro, y eso permite generar cuadros de situación más estratégicos. Sólo con lo que ocurre en Latinoamérica, a partir de los cambios sucedidos en la última década, podemos establecer comparaciones, armar mapas radicalmente distintos a los antes utilizados; poner, como suele decir Eduardo Galeano, el norte en el sur y viceversa. A partir de allí, cada victoria o retroceso de los movimientos sociales y populares, enfrentando al imperialismo, ilumina, desde el punto de vista informativo, la posibilidad de bucear en el discurso de los nuevos neocolonizadores, y descubrir hasta dónde quieren llegar. Y cuánto se necesita poner en juego para que no lo logren.
Los periodistas no estamos exentos de esta ofensiva, y es por eso que cada vez más se impone huir del escenario de la maldita imparcialidad que nos plantea el sistema, y sumarnos con todo a la lucha de los que se rebelan contra el orden establecido.
-¿Con el paso del tiempo, la cobertura internacional fue cambiando para abordar los temas?
-Han ocurrido algunos cambios pero hay escenarios que se repiten. No parece muy diferente la cobertura que se podía hacer en los ‘70, con la URSS de pie, y la guerra fría generando todo tipo de situaciones y conflictos, a lo que hoy ocurre en Siria e Irak, Ucrania o en la propia Venezuela. En el siglo pasado, el cuadro más realista pasaba por saber que quién apretaba primero el botón de la guerra nuclear tendría sólo segundos más que su contendiente para disfrutar de la vida. Esa dramática advertencia moldeaba cualquier enfoque de la política internacional. O en el período latinoamericano y tercermundista en el que Fidel y el Che, Camilo Torres y Marulanda convocaban a generar “uno, diez y cien Vietnam”, y las guerrillas se levantaban en armas en Latinoamérica, en África y Asia. Escribir sobre ello y empaparse de todo lo que esas gestas trasmitían, provocaron que muchos de nosotros fusionáramos la “profesión” con la militancia, y ésta finalmente se quedara con el todo.
Han pasado los años y, sin embargo, algo sigue siendo noticia: el imperio estadounidense ha subsistido y continúa amenazando la paz mundial. Antes invadía Bahía de Cochinos, Santo Domingo, Panamá o Granada, y ahora se abalanza sobre Sudán, Somalia, Irak, Afganistán, Libia o Siria. A su calor es que surgieron los llamados periodistas “enganchados”, que en los grandes conflictos internacionales se convierten en voceros de los ejércitos invasores de turno o en alcahuetes de los portavoces del imperio. Ahora abundan tanto que llegan a molestar, por el tufillo que generan. Pero también hay otros colegas que ponen el cuerpo para contar la realidad de esos conflictos. Son aquellos que no reciben premios ni salen en las portadas de los diarios y sin duda están haciendo historia anónimamente, reivindicando la esencia no contaminada de la profesión.
-¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en la cobertura de las noticias internacionales?
-Para un periodista que se precie, la cantidad de información que hoy circula, gracias a internet y las famosas redes sociales, multiplica por cien las posibilidades de armar un archivo de datos con total inmediatez. Lo importante es saber cómo y dónde se para frente a ese cúmulo de noticias, y además saber discernir cuánta “mercadería en mal estado” circula por las redes, y cuál es el metro-patrón que usaremos para separar la paja del trigo. Es necesario saber usar la tecnología pero no encandilarse demasiado con ella, para que no termine provocando parálisis a la hora de cubrir tal o cual información. Es verdad que se ha ganado en rapidez, pero también es cierto que en otros momentos más incómodos, el cronista estaba obligado a despegarse de su sillón y salir a campear la información allí donde se produzca. Esa posibilidad de contrastar no la cambio por nada.
-¿Pensás que los grandes medios en Argentina no le dan la importancia necesaria a los temas internacionales?
-Piensan que no hace falta, que todo es más fácil cubrirlo por internet, pero se pierde la posibilidad de presenciar in situ los conflictos, sacar conclusiones más valederas, desplegar el ingenio para llegar donde a otros no les interesa llegar. También es cierto que hay bastante de tacañería en ciertos “grandes medios” y eluden el hecho de mandar a alguno de sus escribas al país que está ardiendo por los cuatro costados. Esa tarea ahora, y antes también, parece estar reservada para esa tribu empeñosa que son los freelancers, que sabiendo que van a tener poca competencia se tiran a la pileta en los escenarios más duros.
-Estuviste en muchas partes del mundo realizando coberturas. ¿Cuál es la importancia de que el periodista se encuentre en el lugar del hecho?
-Anduve por muchos países en el momento justo como para aprender y sacar conclusiones que tenían una validez incomparable. Viajé a Irak y Palestina varias veces, al Sahara Occidental, Marruecos, Túnez, Siria, la ex URSS, Europa casi toda, y varios puntos clave de Latinoamérica. En todos esos países, lo más importante fue el contacto directo con sus gentes, con sus sueños y fracasos a la hora de pelear por sus reivindicaciones. Eso no lo cambio por nada, y mucho menos por “mirar la guerra desde lejos para salvar el pellejo”. Hay algunos corresponsales que a pesar de que van a los escenarios de conflicto, es como si no existieran, ya que se encierran en los hoteles de lujo y desde allí transmiten los que otros colegas les cuentan. Obviamente, eso no tiene nada que ver con la palabra periodismo. 
-En los procesos progresistas y de izquierda en América Latina, ¿cómo ves el desempeño de los medios públicos?
-Una cosa es lo que deberían ser y otra muy distinta lo que son. Creo que todo consiste en saber de qué tipo de gobierno o de proceso político se está hablando. Si está en marcha un auténtico proceso revolucionario, cuya meta es el socialismo, seguramente habrá que poner todo el empeño en conformar medios públicos que acompañen esa patriada. Pero a pesar de ello, nunca está asegurado el triunfo. Hoy hay países que entran dentro de ese marco, como Venezuela, que han mejorado mucho sus medios, pero sobre todo han apuntado a dar oxígeno a los medios alternativos, algo que resulta indispensable en la idea de enfrentar al terrorismo mediático.
Otros procesos “progresistas” pero asentados en el capitalismo, y con poca o ninguna gana de salirse del mismo, muestran medios públicos que aún tienen muchas lagunas, que incluyen –por ejemplo a nivel televisivo- programas de pésima calidad, que no difieren casi nada de los otros canales comerciales.
La clave fundamental pasa por si desde los gobiernos hay voluntad política de cambio o sólo les interesa mantener prolija la vidriera. Si se da lo primero, los medios públicos deberán acompañar esa movida con entusiasmo. Si no lo hicieran, hay que apurarlos y diría que casi obligarlos. No se pueden perder más oportunidades, no hay tiempo, y nos jugamos mucho en cada uno de estos procesos.

Tomado de Marcha
http://www.marcha.org.ar/index.php/elmundo/opinion/5416-carlos-aznarez-huir-de-la-imparcialidad-que-plantea-el-sistema 

domingo, 6 de julio de 2014

Raúl: Ante estas complejas circunstancias se impone el espíritu de luchar

Clausura Raúl Castro sesiones de trabajo del Parlamento cubano. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Clausura Raúl Castro sesiones de trabajo del Parlamento cubano. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el III Período de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 5 de julio de 2014, “Año 56 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
Compañeras y compañeros:

En las últimas semanas hemos efectuado importantes reuniones, entre ellas el Consejo de Ministros el 21 de junio y el VIII Pleno del Comité Central del Partido el pasado jueves. Acerca de ambos eventos, sobre todo de la reunión del Consejo de Ministros, se informó en los medios de prensa ampliamente.
Por su parte, desde el miércoles, los diputados en sus respectivas comisiones permanentes han debatido con profundidad las principales temáticas del quehacer nacional. Por esa razón mi intervención será breve.

Como ya fue informado, en el primer semestre la economía cubana mantuvo un desempeño discretamente ascendente; el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 0,6%, lo que denota una desaceleración del ritmo de crecimiento de este indicador a causa del incumplimiento de los ingresos externos, la incidencia de condiciones climatológicas, así como la persistencia de insuficiencias internas en la gestión económica.

A pesar del crecimiento de las ramas del transporte, comunicaciones, actividad agropecuaria, la industria azucarera y el turismo, decreció la minería y la producción industrial, esta última por sensibles afectaciones en el financiamiento oportuno y la consiguiente entrada tardía de materias primas importadas.

Por otra parte, continuó influyendo negativamente la crisis económica global, al tiempo que se ha recrudecido el bloqueo norteamericano, en especial la persecución financiera a entidades que mantienen vínculos con nuestro país, asunto que retomaré más adelante.

En medio de estas innegables circunstancias, hemos cumplido puntualmente los compromisos financieros resultantes del reordenamiento de las deudas con los principales acreedores, hecho que favorece a la sostenida recuperación de la credibilidad internacional de nuestra economía.
Al propio tiempo se ha logrado preservar las condiciones de equilibrio monetario interno, tanto en el sector de la población como en la economía en su conjunto. Igualmente se consolida la tendencia al rescate de la disciplina financiera en materia de los cobros y pagos.

Para alcanzar al cierre del año un crecimiento del Producto Interno Bruto del 1,4%, se requerirá trabajar más y mejor en el segundo semestre y potenciar el empleo de las reservas de eficiencia que no explotamos adecuadamente.

El resultado alcanzado no nos satisface, pero tampoco nos desanima en lo más mínimo. Ante estas complejas circunstancias se impone el espíritu de luchar con firmeza y optimismo para revertir la situación y recuperar ritmos de avance que aseguren el desarrollo socialista sobre bases sostenibles e irreversibles.

En este empeño y como parte de la implementación de los Lineamientos adoptados por el Sexto Congreso del Partido, el Consejo de Ministros aprobó las bases del programa de desarrollo económico y social del país a largo plazo, con una visión hasta el año 2030, que servirá de plataforma para la elaboración de los planes quinquenales.

Entre los principios del citado programa de desarrollo está mantener la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción y forjar un modelo de desarrollo con eficiencia en todas las esferas, encaminado a asegurar bienestar, equidad y justicia social para los cubanos.

En materia de la actualización del modelo económico nos encontramos en una fase cualitativamente superior, en la que se evalúan decisiones de mayor complejidad y alcance; entre ellas la preparación de condiciones que aseguren el éxito del proceso de unificación monetaria, el cual, como ya se ha explicado, no significa la solución mágica a todos los problemas presentes en la economía, sino que será un factor decisivo en pos de un sustantivo incremento de la eficiencia y de la productividad del trabajo, a la vez que propiciará una distribución más justa de la riqueza creada.

Sobre el particular no resulta ocioso reiterar que se garantizarán los depósitos bancarios en divisas foráneas, pesos cubanos convertibles (CUC) y pesos cubanos (CUP), así como el efectivo en poder de la población y las personas jurídicas nacionales y extranjeras.

El pasado sábado 28 de junio entró en vigor la nueva Ley de la Inversión Extranjera, aprobada por esta Asamblea en sesión extraordinaria el 29 de marzo, al igual que las normas regulatorias complementarias, todo lo cual conforma un marco jurídico que ofrece mayores incentivos y garantías a potenciales inversionistas. Corresponde a los organismos y entidades empresariales actualizar la cartera de oportunidades en interés de concretar, en el menor plazo posible y sobre bases mutuamente ventajosas, la captación de inversiones de capital extranjero llamadas a dinamizar el desempeño de la producción y los servicios.

Asimismo, ha proseguido el perfeccionamiento de las estructuras y funciones de los organismos de la Administración Central del Estado y otras entidades nacionales y actualmente se lleva a cabo su implantación en el primer grupo integrado por 20 de ellos.

Se avanza en la separación de las funciones estatales de las empresariales y ha empezado a aplicarse un conjunto de medidas en interés de conceder superior autonomía y amplias facultades a la empresa estatal socialista.

Al respecto considero necesario resaltar que este proceso, para resultar exitoso, debe conducirse con una adecuada gradualidad, como decíamos en la mañana de hoy, y acompañarse del control permanente de las diferentes estructuras partidistas y del gobierno a cada nivel, así como de acciones sistemáticas para la capacitación de los directivos y funcionarios que asumen nuevas responsabilidades en un escenario de gestión más flexible y menos centralizado.

Al propio tiempo, continúa la tendencia creciente en el trabajo por cuenta propia y las cooperativas no agropecuarias, estas últimas todavía en fase experimental.

En la última reunión del Consejo de Ministros se aprobó la actualización de la política para la implementación de la gestión por formas no estatales en las actividades de gastronomía, servicios técnicos y personales, todo lo cual debe contribuir a ofrecer una mejor calidad y variedad en la oferta a la población y también reducir las pérdidas y robos tan frecuentes en este sector, permitiendo al Estado dedicarse a las cuestiones de mayor envergadura e importancia para el desarrollo de la nación.
Tampoco en esta esfera debe dejarse espacio a la precipitación ni a la improvisación. La gradualidad no es un capricho, ni mucho menos el deseo de retrasar los cambios que debemos efectuar; todo lo contrario, se trata de una necesidad para asegurar el orden y evitar vacíos que nos conducirían directamente a errores que desvirtúen los objetivos propuestos.

CUBA SEGUIRÁ APOYANDO PROCESO DE PAZ DE COLOMBIA

A continuación abordaré, además, cuestiones relacionadas con la política exterior.
A pesar del creciente rechazo internacional, en particular en América Latina y el Caribe, e incluso dentro del propio Estados Unidos, al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, lejos de rectificarse esta política, continúa en vigor plenamente en abierta violación de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.

Se ha acrecentado a niveles sin precedentes el acoso a las instituciones comerciales y bancarias que se relacionan con nuestro país, en muchas ocasiones con un agresivo carácter extraterritorial, afectando incluso a sus aliados, como fue la muy reciente multa de 8 970 millones de dólares impuesta al banco francés BNP-Paribás, el más grande de Francia, un atropello más contra la soberanía de los Estados, las normas de libre comercio y del Derecho Internacional, como se denunció en la Declaración de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores el pasado 2 de julio.
Es un hecho insólito que, como consecuencia del bloqueo financiero, la Sección Consular de Cuba en Washington haya sido privada de los servicios bancarios, lo que perjudica a los cubanos que viven en Estados Unidos y dificulta sus vínculos familiares y los viajes a nuestro país.

Estados Unidos tampoco renuncia a la subversión contra Cuba, con el uso de métodos encubiertos y el empleo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, como lo evidenciaron las recientes revelaciones sobre el proyecto Zunzuneo, que constituye una violación de nuestra soberanía y del Derecho Internacional.

Es hora ya de que Estados Unidos entienda que estas políticas están condenadas al fracaso y que debe respetar la voluntad y el derecho de los cubanos a construir su futuro en paz.

Hoy Venezuela resiste y triunfa frente a los medios más sofisticados de subversión y desestabilización, incluidos los intentos de golpe de Estado, según las concepciones de la guerra no convencional que Estados Unidos aplica en diferentes regiones. La Revolución Bolivariana y Chavista y el gobierno encabezado por el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, reciben amplia solidaridad regional e internacional, en apoyo al pueblo venezolano que defiende sus conquistas.
Recientemente nuestro país expresó, a través de una Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, su solidaridad y respaldo a la República Argentina y a la presidenta Cristina Fernández frente a los ataques asociados a fondos especulativos, amparados por decisiones inaceptables e injerencistas de cortes estadounidenses.

América Latina y el Caribe cierran filas en defensa de esta hermana nación, sabiendo que esa agresión al pueblo argentino está dirigida también contra los esfuerzos de integración regional y la soberanía de todos los países del sur.

Son significativos los acuerdos alcanzados hasta el momento por el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la Mesa de Conversaciones. Nunca antes ese país había avanzado tanto en la dirección de alcanzar la paz, en un conflicto que ya dura más de medio siglo. A solicitud de las partes, Cuba seguirá desempeñándose como uno de los dos garantes y sede de estas conversaciones, y proseguirá brindando todas las facilidades necesarias para su buen desarrollo.

Saludamos también el proceso exploratorio de dicho gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), al cual continuaremos contribuyendo.

La celebración de la II Cumbre de la CELAC, en enero, coincidiendo con el 161 aniversario del natalicio de Martí, constituyó un éxito para el pueblo cubano por el elevado nivel de participación de Jefes de Estado y Gobierno, la importancia de los temas debatidos y de los documentos adoptados, como la Declaración de La Habana y el Programa de Acción, que demuestran nuestra unidad en la diversidad y la voluntad política de avanzar en la integración latinoamericana y caribeña.

La firma por todos los Jefes de Estado y Gobierno de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz fue un hito de gran trascendencia histórica que consagra el respeto de los principios y normas del derecho internacional y los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, así como el compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de desterrar de nuestra región para siempre el uso y la amenaza del empleo de la fuerza.

Igualmente nos compromete al estricto cumplimiento de la obligación de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro país y observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos; así como el pleno respeto —establecido en estos documentos— al derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica —primera vez que ese principio se establece en un documento firmado por todos los Jefes de Estado de América Latina y el Caribe—; la promoción de una cultura de paz; y el desarme y la promoción del desarme nuclear y del desarme general y completo, para propiciar el fortalecimiento de la confianza entre las naciones.

Ahora, en el Cuarteto de la CELAC, compuesto por Costa Rica, que ostenta su presidencia pro tempore, Cuba que la desempeñó hasta la última reunión cumbre y Ecuador, que sucederá a la actual presidencia más San Vicente y las Granadinas como representante del CARICOM —o sea del Caribe—, nuestro país continúa apoyando la labor de consolidación y fortalecimiento de la Comunidad.
En mayo, el Ministro de Salud Pública, Roberto Morales Ojeda, a nombre de Cuba, presidió de manera exitosa la 67 Asamblea Mundial de la Salud, máxima instancia de la Organización Mundial de la Salud. Ello constituye un alto reconocimiento a los logros alcanzados en esta esfera a nivel nacional y en la cooperación internacional que han prestado y prestan decenas de miles de compatriotas.

La Cumbre del Grupo de los 77 más China en Bolivia, el pasado mes de junio, mostró el destacado liderazgo popular e internacional del presidente Evo Morales Ayma, adoptó importantes decisiones en defensa de los intereses de los países del Sur y rindió homenaje al Comandante Ernesto Che Guevara en la fecha de su nacimiento.

Como testimonio de nuestros provechosos, solidarios y crecientes vínculos y de la identidad de objetivos e intereses con la Comunidad del Caribe, de la que nos sentimos parte entrañable, se ha completado la representación diplomática en La Habana de sus Estados miembros con la apertura, por parte del Primer Ministro Denzil, de la Embajada de San Cristóbal y Nieves.

Trabajamos ya en la preparación de la V Cumbre CARICOM-Cuba que se realizará en suelo patrio el 8 de diciembre del presente año, en conmemoración del día en que Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad-Tobago establecieron simultáneamente relaciones diplomáticas con Cuba y prestaron una inolvidable contribución a nuestra inserción regional, paso que tuvo un gran peso en un momento en que eran muy pocos los países que tenían relaciones con nosotros, ya no solo era México que fue el único que no rompió, sino unos cuantos más .

Con la satisfacción de tener de regreso en la Patria a René y a Fernando, tras cumplir íntegramente sus injustas condenas, reiteramos el compromiso de no cejar, junto a ellos, en nuestros esfuerzos por la liberación de Gerardo, Ramón y Antonio, causa a la que seguiremos confiriendo máxima prioridad.

Por último, compañeras y compañeros, el próximo 26 de julio conmemoraremos junto al pueblo de Artemisa el 61 aniversario del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en la joven provincia que fue cuna de muchos de los valerosos protagonistas de aquella epopeya. En esta ocasión corresponderá a uno de ellos, al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, pronunciar las palabras centrales.

Trabajemos para preservar las conquistas de la Revolución, por las que tantas generaciones de cubanos han luchado, y alcanzar la construcción de un socialismo próspero y sostenible.
Eso es todo por ahora,

Muchas gracias.

(Ovación)

Clausura Raúl Castro sesiones de trabajo del Parlamento cubano. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Clausura Raúl Castro sesiones de trabajo del Parlamento cubano. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

viernes, 20 de junio de 2014

Desnudando el corazón de los héroes






Por Lilibeth Alfonso Martínez
Foto: Lorenzo Crespo Silveira 
 
 
Sencillamente, Fernando
Teniéndolo al lado, todavía es posible que se nos resista el pedestal para hacerlo caminar por la senda del resto de los hombres, pero si le preguntas, Fernando González Llort te dice enseguida que es uno más y que sus valores son los de todo el pueblo. 
Escucharlo, no obstante, no deja de ser sobrecogedor. Es, a pesar de una timidez anunciada que por suerte no se concreta, un conversador excelente, capaz de hilvanar las ideas completas como paisajes, y su voz, siempre baja, totalmente amable, como él mismo, en todos los sentidos y formas de esa palabra, desde el pasivo adjetivo hasta la más improbable arquitectura del verbo…
¿Qué fue lo más difícil de estar en prisión?
 
La separación física del lugar donde uno nació y se crió, la lejanía de las personas que quieres, de la familia, y la añoranza, una añoranza por la casa, por la tierra, por las costumbres de tu país, que es lo que más se extraña. 
Yo, que nací y crecí en La Habana, y me acostumbré a la visión del mar todo el tiempo, me sorprendía extrañando el mar, esa sensación de sentirlo cerca. Uno extraña la vida privada, los detalles de esa vida, esas son las cosas que de vez en cuando me golpeaban duro. 
Claro que a veces bloqueaba esas cosas, no es que no pensara en la casa, en la familia, pero se crean mecanismos de defensa para que ese pensamiento no se convierta en un dolor que después es difícil de sacarte de encima. 
Todas las horas duran lo mismo, pero al margen de ese principio, algunas son más largas que otras. En esas circunstancias de encierro, ¿cuáles eran las más lentas?
No había una hora en específico, pero si había algún momento en el que uno se ponía especialmente bucólico, era el de los domingos por la tarde. Creo que, en general, es un momento en que las horas adquieren una lentitud que te pone a pensar, y a añorar cosas.
¿Qué enseñanzas le dejó la terrible escuela del presidio?
A nivel psicológico, a uno le queda la constancia de la capacidad del ser humano de sobreponerse a cualquier circunstancia, no importa lo dura y lo terrible que sea y, por tanto, el entendimiento de que no hay nada que una persona se proponga que sea imposible de lograr, si pone esfuerzo, sacrificio, tiempo en luchar por eso que quiere. 
Y eso, verte venciendo dificultades, te da una gran seguridad en ti mismo. 
Desde el punto de vista político-ideológico, puedo asegurar que yo me convertí en más revolucionario y fidelista, y en mejor cubano y hombre, después de pasar esa experiencia. Cuando me vi preso, me dije, estás aquí por una razón y tienes que aprovechar este tiempo en mejorarte. 
Por eso, me dediqué a estudiar, a hacer ejercicios físicos, a ocuparme de mí, porque era la manera de no dejarme vencer, era la manera de que no ganaran, de devolverle al menos una parte del golpe. 
¿Qué sentimientos le provocan el resto de los cubanos que decidieron pactar con el gobierno federal y abandonaron la causa revolucionaria?
En estos momentos, sinceramente, ya no me provocan sentimiento alguno: ellos sabrán qué hacer con sus conciencias, para mí es una cuestión muy personal que dejé atrás. Pero tengo que confesar que en aquellas circunstancias fue un golpe muy duro, no puedo hablar por el resto de mis hermanos, pero para mí esa ruptura fue lo más difícil de ese proceso. 
Con el tiempo, comprendí que cada cual tiene sus circunstancias y que, al final, era su decisión aunque me sorprendiera, porque los conocía a casi todos, aunque muchos de ellos no lo hicieran entre sí. 
¿En qué pensó, en quién pensó cuando tomó la decisión de seguir firme en la causa de Cuba, cuando optó por no traicionar?
Yo no tomé ninguna decisión porque, aunque tenía la opción de la traición, nunca sentí que tuviera otra alternativa que seguirle siendo fiel a mi causa. Para decidir, uno tiene que intelectualizar las alternativas y pensar en ellas. Yo no tenía nada que pensar. 
¿Cómo se siente tener tanto contacto físico, muestras de afecto, abrazos, besos…, después de 15 años de tener tan pocas oportunidades de cercanía con otro ser humano?
Es raro, en el mejor sentido. A la cárcel uno no va a hacer amigos, de modo que las relaciones, aunque haya cierta simpatía, son por lo general superficiales desde el punto de vista emotivo, y todo contacto físico está, por supuesto, descartado en esas circunstancias. 
De esas cosas, uno no se percata hasta que llega a Cuba, y es todo lo contrario. En los primeros momentos, terminaba agotado incluso de las reuniones familiares y no entendía por qué, hasta que me di cuenta de la carga emotiva de esos momentos, después de tanto tiempo sin tener algo así, de poder conversar de temas familiares, con gente que uno quiere, tener esa conexión emocional. 
Pero es gratificante tanto cariño. Y no me desagrada para nada que la gente me abrace, porque yo los abrazo también. 
El recuerdo tiene la manía de magnificar la belleza de las cosas que dejamos atrás, y añoramos. ¿Es más bello el recuerdo que lo que encontró a su regreso?
Es cierto que el recuerdo hace que imagines las cosas mejor de lo que eran, pero la Cuba que encontré es mucho más bella que la de mi recuerdo, no sé si por la emotividad del regreso a casa, por todas esas emociones juntas, pero así lo veo todavía. 
Realmente mucho ha cambiado desde la última vez que estuvo en Cuba…
Yo no creo que hayamos cambiado tanto, la vida es la misma y los cubanos también, lo que sí se ha diversificado la sociedad. Uno camina ahora mismo la Habana Vieja, que yo tanto caminé en otros tiempos, y ve una serie de expresiones comerciales que antes no existían, caminas Viñales, y es igual. 
La ciudad también ha cambiado, uno ve edificios nuevos y extraña otros que ya no están. Pero seguimos siendo los mismos, en la esencia. 
Ha sido impactante la respuesta de la juventud a su presencia, la conexión, el interés sobre todo al tenerlo cerca, al hacerlo palpable. ¿Cree que la Cuba de hoy, que estas nuevas generaciones puedan dar otros hombres como ustedes?
Absolutamente. Entre la población cubana existen millones de personas que hubieran podido hacer lo que nosotros hicimos. No somos la excepción, porque los valores que los Cinco defendimos durante todos estos años son los de todo un pueblo. 
De los jóvenes, siempre se han dicho cosas. De nosotros decían que éramos locos, irreverentes…, y siempre levantaremos opiniones, pero yo creo que esta juventud es una garantía, no importa que tengan códigos diferentes, un vocabulario propio de su edad. Por supuesto, hay que trabajar más con la juventud, ayudarlos, guiarlos desde el punto de vista político e ideológico. 
Después de tanto tiempo alejado, forzosamente, de su familia, ¿cómo lidia con la necesidad de sus seres queridos de tenerlo cerca y esta nueva ausencia, llamado por sus responsabilidades y su compromiso con la causa de sus hermanos que todavía están en prisión?
Lo hago tratando de dedicarles todo el tiempo que puedo. Ellos, por su parte, no me pelean porque me entienden como me han comprendido todos estos años en los que no sabían por dónde yo andaba ni qué hacía, más allá de la historia que les hice, de que estaba en algún tipo de intercambio comercial en el extranjero. 
Ellos asumen esta etapa con toda la seriedad y el compromiso de siempre. 
Su madre, hablando de familia, es un ser excepcional, por lo menos esa es la visión que nos queda a todos los que hemos asistido a su activismo por su regreso. Imagino que si la amaba antes, ese sentimiento se haya magnificado en este tiempo…
Mi mamá, Magalys Llort, es muy especial. A través de ella, recibí una serie de valores, el sentido de responsabilidad, deber, honor, fidelidad, lealtad, honradez…, que me hicieron el hombre que soy, aunque también los tuve de mi padre, pero ella influyó mucho en mi formación, en mi educación desde niño. 
A veces creo que sus características son las que busco y valoro como importantes a la hora de seleccionar personas a las cuales acercarme, incluso desde el punto de vista amoroso. 
Por supuesto, el nivel de respeto, de admiración y de amor por mi madre, se ha multiplicado por mil. 
¿Qué le dijo a su madre cuando pisó suelo cubano, cuando pudo por fin abrazarla en libertad?
A mi regreso, ese día que nos encontramos en el aeropuerto, todo fue tan emocionante, tan emotivo…, que no lo recuerdo. Sé que la besé, le dije algo y la abracé, porque eso es lo mío. 
¿Cuál fue su primera acción de total libertad, cuando pudo estar finalmente solo?
Sinceramente, la primera vez que pude estar en una habitación a solas, sentí una sensación de rareza muy grande, porque la primera realidad de una prisión es la pérdida absoluta de tu privacidad, y de pronto estar en un sitio en silencio, sin personas pasando constantemente por los pasillos, fue impactante. 
Para usted, ¿qué es la libertad?
Yo tuve un profesor de literatura en el Instituto de Relaciones Internacionales, de apellido Gálvez, que había luchado en los tiempos de la República Española y fue de los que llegaron exiliados a Cuba que un día, cuando le preguntamos qué era la libertad esperando una respuesta más filosófica, nosotros que veníamos del aula con todos aquellos conceptos de los más variados pensadores, nos respondió, sencillamente, que la libertad era poder hacer lo que te dé la gana. Y así lo pienso también. 
La libertad es tener la oportunidad de decidir, de tener opciones. Cuando vas al exterior, por ejemplo, se dice que en Cuba no hay libertad, cuando en realidad sí la tenemos, porque el cubano optó por tener este sistema social, y esa es la expresión máxima de su libertad. 
¿Cuál es su concepto del amor?
Es un sentimiento de vínculo intenso con una realidad que es externa, que puede ser una mujer, de naturaleza emotiva, o con la realidad de un país, de una Patria. 
En 15 años en prisión se perdió de hacer, de ver muchas cosas. ¿Qué es lo que más añora de todo eso a lo que no pudo asistir?
Tener hijos, y todo lo que eso implica. 

miércoles, 18 de junio de 2014

A los firmantes de la carta a Obama: “¿Tenéis ojos y no veis?”

Carta abierta sobre Cuba

Pablo González Casanova
A Mr. John D. Rockefeler, director honorario de la Sociedad de las Américas y distinguidos individuos del sector privado y de las organizaciones gubernamentales o de las fundaciones, que enviaron una carta al Presidente Obama para apoyar a la sociedad civil en Cuba:
Hemos leído con mucho cuidado su solicitud al presidente Obama. En ella nos sorprende a la vez su indiscutible cambio de política hacia la pequeña Isla y su gran pueblo. Durante más de cincuenta años habéis realizado todas las medidas abiertas y encubiertas para que fracasara su proyecto de Independencia y Libertad. Hoy veis la posibilidad de lograr, con distintas políticas los mismos objetivos que antes, y argumentáis por aplicarlos, con la misma emoción que ponéis, en “defensa de vuestros valores e intereses”…
Las medidas que exaltáis revelan, sin embargo, muchos errores y autoengaños al creer (y algunos creéis) que vais a impulsar “la independencia económica de Cuba”, sus “derechos individuales” y sus “derechos humanos”, cuando en realidad se trata de un país al que no habéis podido vencer, a pesar de las tremendas presiones y acciones abiertas y encubiertas en su contra, y del incalificable bloqueo de más de medio siglo que le habéis infligido.

¿Tenéis ojos y no veis?, ¿oídos y no oís? Es bien sabido. En Cuba todos los niños y jóvenes en edad de aprender tienen escuelas, universidades e institutos, todos los enfermos médicos, medicinas y hospitales, todos los trabajadores empleo, y los ancianos asistencia… Es cierto que uso aquí la palabra “todos” como la definió García Márquez, como el 80% o más de la población, o mucho más, con limitaciones de que se encargarían los cubanos si en la práctica los hubierais dejado cumplir con vuestros buenos deseos. Pero ya, en medio de presiones y bloqueos, muchísimo es lo que han logrado y, hasta centros de investigación científica de punta tienen, a nivel mundial, así como servicios hospitalarios tan buenos y tan amigos del pueblo norteamericano que curaron a los bomberos heridos el “11 de septiembre”, a quienes vuestros hospitales no habían atendido y a quienes Michael Moore se encargó de llevar a los hospitales públicos de Cuba.

Es más, si echáis cuentas veréis que en ese país de Nuestra América los habitantes que reciben beneficios gratuitos alcanzan proporciones mucho mayores que en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y la Unión Europea. Los logros se realizan con modestos recursos pero buscando, tesoneramente, que alcance para todos en lo que se pueda, y se puede mucho.

Las ofertas que proponéis de “ayuda humanitaria”, “seguridad nacional”, “prohibición de drogas y medio ambiente”, muy bien sabéis de los inhumanos fracasos que han tenido cuando las aplicasteis y aplicáis en países enteros como Afganistán, Irak, Haití, Sudán del Sur, Nigeria, Libia entre otros, o en Continentes enteros como la propia África, el Medio Oriente, la América Latina, cuyas poblaciones –en una gran mayoría o en su totalidad– se encuentran envueltas en las llamadas “guerras de espectro completo” que vuestros estrategas diseñan, y que acrecientan los odios, enfrentamientos y pesares de inmensas poblaciones que no tienen derechos humanos, viven y mueren peor que animales, hambreados y enfermos, flacos y hasta tan esqueléticos que sorprende verlos con los ojos hundidos, la mirada de los niños perdida, sin brillo, y su pielecita arrugada que se les pega a los huesos. Duele verlos hasta en la tele, e imaginar cómo viven día a día y minuto a minuto y cómo crecen en medio del hambre y el terror, sin agua ni techo, sin forma de trabajar que no sea servil o esclava, agotadora, riesgosa, o insalubre, entre ofensivas generalizadas de los capataces, de los guardias blancos, de militares y paramilitares que con otros bandidos, asesinos y sádicos fanáticos todos muy bien armados y aprovisionados, para gloria de la industria armamentista, son espanto de niños, adultos y viejos, víctimas y candidatos a las políticas de etnocidio y genocidio crecientes, cada vez más preconizadas o patrocinadas por los “neoconservadores”, y por la ”extrema derecha” enardecida por la xenofobia, el asco visual y el racismo del mundo global que encabezáis.

En medio de tan inhumanos hechos, confirmados por los “medios” y hasta por las íntimas miradas de vuestros propios hijos –con unos que se preparan para sucederos con la misma saña y otros que cada vez más protestan y se rebelan con admirable fortaleza– vosotros añadís el error de creer que en la Cuba invencible tras más de cincuenta años de asecho se puede separar y aun enfrentar a la “sociedad civil” contra “su gobierno”. No os cabe imaginar gobiernos que no sean de las corporaciones y de los burócratas. Pero en Cuba, pueblo y gobierno están fusionados y soldados tan estrechamente –y en una proporción tan alta– que no hay grupo de “contras” aventureros que haya podido tener éxito, en tan largo tiempo, con sus acciones terroristas y subversivas.
El “pueblo gobierno” de Cuba es un fenómeno “democrático” que si lo entendierais os causaría horror, pues de hecho –como ha escrito David Brooks– la democracia es a lo que más teméis, en tanto encierra el verdadero sentido de la etimología griega y corresponda a la definición de una práctica del pueblo como hacedor de las grandes decisiones, en que para ser efectivo en el logro de sus fines se organiza como pueblo-gobierno, con los más variados colectivos y las más variadas estructuras, unas coordinadas y otras jerárquicas, todas para lograr, en cada tarea, los objetivos a alcanzar.

La organización de las practicas democráticas en Cuba es muy distinta a la de los gobiernos de las corporaciones, pues tanto en las grandes como en las pequeñas estructuras los valores e intereses dominantes engarzan con los de la Independencia y la Libertad, todo, por supuesto, en medio de contradicciones, errores y flaquezas –menores o mayores– que los enemigos del proceso cubano buscan acrecentar fingiendo consternación por las fallas que ellos mismos o sus patrocinadores atizan.

Pensad bien y entenderéis con suma claridad, que vuestros grandes triunfos en el mundo, por algo no se han dado en Cuba. Veréis, en lo íntimo de vuestra conciencia política, que los cubanos han logrado subsistir en su proyecto emancipador precisamente por la clase de democracia que los habitantes de Cuba han redefinido, tanto en la creación como en la práctica de sus organizaciones. Creación y práctica abarcan a una inmensa población con cientos de miles de cuadros, cuya conciencia, voluntad y valentía incluyen la disciplina que por convicción tienen quienes ni se rinden ni se venden.

Tamaño esfuerzo del pequeño gran país no deja de padecer y enfrentar –como hemos dicho– esas contradicciones que a ustedes tanto les interesan y, también, las que recientemente reconoció con precisión y claridad admirables. Mr. Warren Buffet, el tercer millonario de los Estados Unidos de Norteamérica, cuando dijo hace poco: “Sin duda hay guerra de clases, y es mi clase, la mía –la de los ricos–, la que está ganando”…

La lucha sigue y ustedes –como signatarios de la carta al presidente Obama sobre Cuba… (Por cierto, permítanme que les cambie de trato y les hable de “usted” pues me resulta más fácil)… Repito: la lucha de clases sigue, y confieso que la están dando muy bien en lo que les es posible, pues ahora la quieren cambiar para ganar la guerra por las buenas ya que no la ganaron por las malas.

En su propuesta al presidente Obama le piden que cambie la política de bloqueo, de sanciones y prohibiciones que Estados Unidos ha aplicado contra Cuba durante cincuenta años. Afirman que “Estados Unidos puede ayudar al pueblo cubano a determinar su propio destino…”; puede “empoderar” (como ya se dice en mal castellano) al pueblo; puede “fortalecer a un amplio espectro de la sociedad civil independiente”, y “a las organizaciones creadas para impulsar la economía individual, y las necesidades sociales, al margen de su orientación política…”

En su carta abierta al presidente Obama le proponen sin ambages “un cambio radical,” en vista de que la política seguida por Estados Unidos en sus relaciones con Cuba ha dejado a Estados Unidos cada vez más sólo en términos internacionales. “Es la oportunidad de cambiar, –le dicen–, ….de ayudar al pueblo de Cuba, a la sociedad civil de Cuba; la oportunidad de ampliar el comercio con “las empresas independientes”, eso sí, la “de facilitar y legalizar el uso de tarjetas de crédito”, de promover “la importación y exportación de artículos y servicios”, y de que las ONG’s, (las Organizaciones no Gubernamentales), “apoyen a los pequeños propietarios agrícolas”, y “que también apoyen, por supuesto, a las pequeñas empresas y hasta a las micro-empresas…”

En varias ocasiones –no sé por qué tantas– ustedes insisten en la necesidad de promover varios proyectos de telecomunicaciones, y se refieren a diversas formas de cooperación de las ONGs con instituciones académicas cubanas mediante fondos para la educación, becas para estudiantes distinguidos y para gastos de viaje, y que en ese terreno se dé la necesaria autorización para que quienes viajen a Cuba, o tengan familiares en Cuba, puedan usar, junto con las tarjetas de crédito, otros servicios bancarios norteamericanos, así como abrir cuentas en los bancos de Estados Unidos, o enviar remesas a sus familiares, o prestar servicios profesionales a “empresarios independientes”…
Por supuesto, al mismo tiempo, insisten ustedes en que “el gobierno de Estados Unidos se comprometa cada vez más con el pueblo de Cuba, y que simultáneamente cumpla con el deber de seguir presionando al gobierno de Cuba en el terreno de los derechos humanos. “El gobierno debe dar prioridad” –terminan diciendo al presidente Obama– a concertar compromisos en áreas “de interés mutuo y a realizar discusiones serias con sus contrapartes cubanos en asuntos de seguridad mutua y deberes humanitarios”. En éstos destacan la liberación de un preso al que estiman.

Para cualquier lector bien enterado, como Mr. Warren Buffet, todo el mensaje a que nos hemos referido busca seguir ganando la lucha de clases en Cuba. Su innegable sagacidad consiste en privilegiar los intereses individuales, de grupo, ideología o clase frente a los intereses de la comunidad nacional de un país donde el pueblo-gobierno de las grandes mayorías está construyendo la transición a un mundo viable, pues en el que vivimos se encuentra en proceso la destrucción por ese 1% al que parte de ustedes pertenece, un proceso que la juventud americana, con la del mundo entero, va a sufrir y a enfrentar, amenazada como está en su futuro inmediato por el enfermizo y hegemónico proyecto de acumulación de poder y riquezas que practicáis a costa de la miseria de la inmensa mayoría de la humanidad y del creciente peligro para la vida de toda la humanidad, situación y peligro confirmados por los propios “think tanks” de Harvard, MIT, Instituto de Santa Fe, y por numerosos organismos científicos del mundo, entre los que destacan los principales de Naciones Unidas, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, y muchos más que con todo rigor y responsabilidad científica registran, a más del cambio climático; del crecimiento del hoyo de ozono, –que sólo por un momento pareció contenerse–, y de muchos otros peligros más, que abarcan la polución de los mares y de las aguas dulces; la destrucción de los suelos, y subsuelos; de los bosques, vegetales y faunas de mar y tierra, y hasta de la biosfera entera.

Como nos dicen los expertos, muchos de esos daños y peligros son irreversibles, y nos aseguran que cada día se aceleran más, y que conforme pasa el tiempo se vuelve más difícil contenerlos. Las más prestigiosas revistas científicas de Estados Unidos y el mundo sostienen estas afirmaciones que para nada tienen que ver con meras creencias apocalípticas ni con supuestos errores u opiniones de algunos especialistas, ni menos con manipulaciones de los datos por científicos tramposos de que llegaron a acusar, sin la menor base un grupo de científicos ingleses por el hecho de haber señalado el carácter “antropogénico” del cambio climático que amenaza al planeta. Tan temeraria acusación fue desmentida por las grandes revistas científicas de vuestro propio país y del mundo. Ese peligro y otros que amenazan a la Tierra son antropogénicos. Por primera vez en la historia del sistema solar el hombre es capaz de destruir a la tierra. Piénsese nada más en el perfeccionamiento y la excedente cantidad de bombas nucleares y e sistemas de lanzamiento, que a su capacidad letal, precisión y alcance añaden la irresponsabilidad con que las grandes potencias juegan a las amenazas de guerra.

Bueno…, es posible que ganéis la lucha de clases, pero vuestra victoria será una victoria pírrica si destruís a los movimientos que están luchando por la construcción de la vida, como el gobierno-pueblo de Cuba, y muchos otros que desde las comunidades agrícolas y las ciudades perdidas están construyendo la transición a otro mundo posible y autosostenible.

Con mis mejores deseos y buenas maneras os digo. Dejaos de “descalificaciones” y “negaciones” freudianas. Alentad a los hombres de ciencia que han confirmado la verdad, atended su verdad, y pensad por vuestra propia cuenta que la democracia de las corporaciones y complejos ya es insostenible, que la organización del mundo por los complejos empresariales-militares-políticos y mediáticos, cuyo más poderoso “atractor” es la “maximización de utilidades y riquezas”, ya ha entrado a una “fase de transición” terminal, “entrópica”, y que es necesario impulsar la transición a un sistema cuyo atractor principal sea la libertad y la vida.

En ese camino veréis que es pionero el pueblo-gobierno de Cuba y también el ciberespacio en el que desde Wall Street y hasta Washington D.C. luchan muchos de vuestros propios hijos. Todos ellos, absolutamente todos, buscan caminos pacíficos, y continúan, bajo nuevas formas, la vieja lucha de los rebeldes por la paz y por la vida para transitar a un mundo viable, realmente humano…

Conocerlos y reconocerlos consiste en respetarlos, y en empezar por honrar vuestra palabra, un acto para el que también apelamos a la Señora Hilary Clinton, que ha empezado a organizar su campaña por la presidencia del gobierno de Estados Unidos y que podría empezar por honrar su palabra y la del gobierno al que aspira, así como la de su esposo, demandando la inmediata liberación de los tres jóvenes aún encarcelados –Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero– quienes por acuerdo con el expresidente Clinton formaron parte de un grupo cubano-norteamericano encargado de poner al descubierto a los terroristas que desde Miami estaban cometiendo atentados sin cuento.

La lucha de clases sigue, la lucha por la independencia y la autonomía de los pueblos sigue, así como la lucha por la redefinición en los hechos de la libertad, la justicia y la democracia: Ninguna se detendrá. Sólo que en el mundo actual los seres humanos tienen que empezar por recuperar el uso de la palabra para la transición a la paz y la vida.

Haced vivir la palabra que se honra con actos… Haced –para empezar– algo que os parecerá muy pequeño y que será muy grande. Pidan al presidente Obama la libertad de los tres héroes cubanos encarcelados. Inicien una nueva historia de su palabra con actos como éste a que nos obligan los cambios de un mundo en que no sólo existe la lucha de clases sino la lucha por la vida, por la vida del 99% y también del 1% de la humanidad y de nuestros descendientes.

Pensad que otra vez en el principio del mundo estará la palabra.

Viva la vida y la libertad.

Viva el pueblo de Estados Unidos y el pueblo de Cuba.

Viva la Humanidad y la transición a otro mundo viable, posible y necesario.

Gracias por su atención.

Sinceramente